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El santuario de la milagrosa “Cruz de Chullín” se ubica en la parte alta de nuestra ciudad, mirador natural privilegiado desde donde se avista la belleza panorámica de Huari y el entorno paisajista de montañas, verdor y límpido cielo.
La peregrinación de los creyentes católicos inició a tempranas horas, decenas de personas emprendieron su periplo por la senda que conduce hacia la cruz.
Llegar a este lugar tiene una connotación especial, aspirar el aire fresco y tener cerca la cruz; tonifica el espíritu y energiza el cuerpo. Lo primero que hicieron los creyentes fue encender las típicas velas e invocaron su pedido al redentor.
En medio de centenares de católicos el sacerdote celebró la santa misa en honor al redentor de la humanidad; cuyos cánticos, rezos y oraciones invocaron perdón y bendición para todos.
Culminada la parte religiosa, la alférez Sra. Margarita Espinoza López y familia compartió con los asistentes el alimento corporal; deliciosos y variados panes, la refrescante chicha maní y la tradicional chicha de jora.
Como es costumbre el relevo de cargo cumplió su especial protocolo; es decir, el alférez entregó la tradicional wawa a su reemplazante para el año 2015.
Finalizó esta gran celebración religiosa con la gallarda veneración del HUARI DANZA, que al son de la caja y el pincullo ratificó su fe al símbolo del salvador de la humanidad.
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