Haz click para ver el video reportaje de la cebada pampay
Con el propósito de fomentar y conservar las costumbres y promover el turismo rural comunitario, en una tradicional costumbre agrícola llamado cebada pampay o la siembra de la cebada, cientos de lugareños del poblado de Acopalca participaron en una faena comunal como en la época incaica, quienes labraron la tierra apoyados de 12 yuntas. Bueyes que jalan el arado artesanal, mientras el agricultor denominado voleador derrama los granos de cebada sobre los surcos.
Esta costumbre se conserva en el poblado de Acopalca a diez minutos de la provincia de Huari en Ancash, sobre hectáreas de terrenos productivos que motivan a los comuneros realizar la actividad de la siembra del delicado cereal durante el mes de enero de todo los años. Para ello los comuneros realizan un ritual a los apus o jircas, chacchando la coca y bebiendo la rica chicha de jora como un pago a la madre naturaleza.
Durante la faena comunal los jóvenes y adultos en un grupo de 20 y 30 realizan una sana competencia en el tradicional racuay, es decir, herramientas en mano tapan los granos de cebada sobre los surcos abiertos por el arado.
Con el propósito de promover y conservar las costumbres de su pueblo el alcalde de la Provincia de Huari Teodoro Moisés Acuña Benites participó en la faena comunal tras ser invitado por las autoridades comunales.
Esta tradicional costumbre propicia a una fiesta de trabajo en el campo, donde laboriosamente y de manera colectiva participan los niños, jóvenes, adultos y ancianos en diferentes actividades, como las mujeres que desempeñan un rol muy importante, siendo las encargadas de adornar a los bueyes con coloridas cintas, globos y frutas, además de preparar la comida andina.
Las mujeres vestidas con trajes multicolores trasladan la comida con sus tradicionales ollas de barro por la exuberante llanura andina, para la ocasión se presentó el exquisito llajuari, que es elaborado con productos andinos, es una mescla de picante de papa, mote de trigo, tantacshu o cachanga, carne de chancho, cordero y pollo que aplacan el hambre luego de una agotadora faena.
Al término del trabajo comunal en una reunión comunitaria y bajo una votación unánime se elige a las nuevas autoridades, los mismos que son agasajados con chicha de jora y tanta wawas, es decir con panes, convirtiéndose finalmente en una fiesta comunal.
Esto es una muestra de solidaridad y trabajo colectivo de los hombres de esta parte de la serranía ancashina que mantienen y muestran sus costumbres en los andes peruanos sembrando sus cereales para el sustento diario.
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Esto es una muestra de solidaridad y trabajo colectivo de los hombres de esta parte de la serranía ancashina que mantienen y muestran sus costumbres en los andes peruanos sembrando sus cereales para el sustento diario.
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Fotografía: Peggy Amaro Galván