Las hermosas imágenes fueron registradas durante los 6 días de nuestra travesía por el gran camino inca o Qhapaq Ñan, la columna vertebral del imperio inca que se extiende por más de 40 mil kilómetros a través de vías y senderos, que unen montañas y pueblos entre los 1,000 y los 4,500 metros de altura sobre el nivel del mar.
Nuestro recorrido fue de 100 kilómetros, a pie y a caballo, desde Ancash hasta Huanucopampa, el centro administrativo inca más importante de los andes centrales.
Iniciamos la aventura en el viejo puente de Pomachaca que cruza el rio Mosna. Puente que fue quemado por los incas al ver que habían sido derrotados por los españoles, comenzamos a subir las laderas empinadas con rumbo a pinkushtambo, por escalinatas de piedra que bordean los cerros y se abren paso a través de la agreste vegetación.
Desde lo alto el panorama es impresionante, las altas montañas dominan el paisaje. Encontramos entonces los primeros vestigios de asentamientos incas a lo largo del camino…tras visitar el pueblo de castillo en Huari Ancash, llegamos al ushnu de pinkush, lugar donde las personas más importantes realizaban ofrendas en un centro ceremonial asociado a la trilogia inca: el janampatsa, que era el mundo de abajo. , el cay patsa, que era el mundo visible y el ucupatsa, el mundo de los cielos y los dioses, de la vida, la muerte y la eternidad.
Seguimos la ruta a caballo por empinadas cuestas y escaleras que son cada vez más pequeñas. Con vestigios incas por doquier, la naturaleza se impone con una gran variedad de flores silvestres de diversos colores y formas.
Llegamos a la planicie llamada huagajpunta, que significa lugar donde lloró el inca. Aquí se realiza el ritual del caminante, es más que una ofrenda de comida andina a los apus, las montañas, para que las fuerzas de la naturaleza acompañen a los viajeros.
Luego del ritual, se ofrece un pago a la tierra. Se ofrece hojas de coca, también, al nevado de
Anguraju.
Las hermosas lagunas de Ruyrugocha y Guellaygocha, son de un azul profundo y se extienden majestuosamente por la planicie andina. En este punto el camino se pierde a causa de un afloramiento de agua, del que se nutre la flora alrededor de los espejos de agua.
Al volver a subir nos topamos con una manada de alpacas que corre libre por la llanura, al igual que los carneros que, en gran cantidad, son criados por los pobladores que aprovechan su lana y carne.
El atardecer nos sorprende en medio del camino, el ocaso ilumina los cerros brindando un espectáculo digno de ser contemplado, al igual que los nevados de la cordillera blanca, que constituye la cadena montañosa tropical más alta del mundo y que se extiende a lo largo de 180 kilómetros.
Atravesamos humedales hasta llegar a tambo grande, un centro ritual, en el que se sacrificaban llamas para apaciguar la cólera de la laguna de Jatun Gocha y poder concluir este tramo del camino inca.
Más adelante está tambo real, lugar que servía de descanso al inca en su recorrido por el imperio. Aquí, las llamas heridas o cansadas por el recorrido, eran cambiadas por otras que se criaban en 70 corrales de piedra para este fin.
Al otro lado del rio esta la cuenca del taparaco. Taparaco significa gran mariposa. Un verdadero paraíso de la naturaleza que alberga especies de aves alto andinas, como el pato real o el pitillo que se refugian en los espejos de agua que reflejan el azul cielo. Es un regalo maravilloso.
Los visitantes aquí son recibidos con música y baile. La bienvenida fusiona tradiciones coloniales y andinas, como la danza de los rukus, al son del instrumento andino de la tinya.
El equipo de panamericana televisión, junto a un grupo de turistas extranjeros, con quienes emprendimos esta travesía por el Qhapaq Ñan acampa en el lugar, para disfrutar de la hospitalidad de los pobladores. Fue una noche de fogata y música andina en una velada para el recuerdo.
San Lorenzo de Isko, nuestra última parada antes de llegar a Huanucopampa, nos recibe con
una colorida danza protagonizada por niños hábiles en el baile, que sincronizan el entrelazado de hilos hasta formar una redecilla multicolor.
Al fin, ante nosotros, Huanucopampa. El destino final de nuestra aventura. La vista es maravillosa y para nosotros, el día más bello.
Huanucopampa, la capital del Chinchaysuyo fue el centro de administración más grande que los incas levantaron fuera del cusco, está ubicado en la provincia de Dos de Mayo de la unión en Huánuco, su construcción se inició con Pachacutec y continuó con Huaynacapac, la tecnología inca y el fino acabado de sus piedras realza la belleza de sus estructuras, los magníficos pórticos encajados simétricamente revelan la imponencia de la fortificación y de una cultura que pudo dominar un territorio tan accidentado como los andes, así concluye la nueva ruta del Qhapaq Ñan del Chinchaysuyo. Una experiencia realmente impresionante.
Nuestro recorrido fue de 100 kilómetros, a pie y a caballo, desde Ancash hasta Huanucopampa, el centro administrativo inca más importante de los andes centrales.
Iniciamos la aventura en el viejo puente de Pomachaca que cruza el rio Mosna. Puente que fue quemado por los incas al ver que habían sido derrotados por los españoles, comenzamos a subir las laderas empinadas con rumbo a pinkushtambo, por escalinatas de piedra que bordean los cerros y se abren paso a través de la agreste vegetación.
Desde lo alto el panorama es impresionante, las altas montañas dominan el paisaje. Encontramos entonces los primeros vestigios de asentamientos incas a lo largo del camino…tras visitar el pueblo de castillo en Huari Ancash, llegamos al ushnu de pinkush, lugar donde las personas más importantes realizaban ofrendas en un centro ceremonial asociado a la trilogia inca: el janampatsa, que era el mundo de abajo. , el cay patsa, que era el mundo visible y el ucupatsa, el mundo de los cielos y los dioses, de la vida, la muerte y la eternidad.
Seguimos la ruta a caballo por empinadas cuestas y escaleras que son cada vez más pequeñas. Con vestigios incas por doquier, la naturaleza se impone con una gran variedad de flores silvestres de diversos colores y formas.
Llegamos a la planicie llamada huagajpunta, que significa lugar donde lloró el inca. Aquí se realiza el ritual del caminante, es más que una ofrenda de comida andina a los apus, las montañas, para que las fuerzas de la naturaleza acompañen a los viajeros.
Luego del ritual, se ofrece un pago a la tierra. Se ofrece hojas de coca, también, al nevado de
Anguraju. Las hermosas lagunas de Ruyrugocha y Guellaygocha, son de un azul profundo y se extienden majestuosamente por la planicie andina. En este punto el camino se pierde a causa de un afloramiento de agua, del que se nutre la flora alrededor de los espejos de agua.
Al volver a subir nos topamos con una manada de alpacas que corre libre por la llanura, al igual que los carneros que, en gran cantidad, son criados por los pobladores que aprovechan su lana y carne.
El atardecer nos sorprende en medio del camino, el ocaso ilumina los cerros brindando un espectáculo digno de ser contemplado, al igual que los nevados de la cordillera blanca, que constituye la cadena montañosa tropical más alta del mundo y que se extiende a lo largo de 180 kilómetros.
Atravesamos humedales hasta llegar a tambo grande, un centro ritual, en el que se sacrificaban llamas para apaciguar la cólera de la laguna de Jatun Gocha y poder concluir este tramo del camino inca.
Más adelante está tambo real, lugar que servía de descanso al inca en su recorrido por el imperio. Aquí, las llamas heridas o cansadas por el recorrido, eran cambiadas por otras que se criaban en 70 corrales de piedra para este fin.
Al otro lado del rio esta la cuenca del taparaco. Taparaco significa gran mariposa. Un verdadero paraíso de la naturaleza que alberga especies de aves alto andinas, como el pato real o el pitillo que se refugian en los espejos de agua que reflejan el azul cielo. Es un regalo maravilloso. Los visitantes aquí son recibidos con música y baile. La bienvenida fusiona tradiciones coloniales y andinas, como la danza de los rukus, al son del instrumento andino de la tinya.
El equipo de panamericana televisión, junto a un grupo de turistas extranjeros, con quienes emprendimos esta travesía por el Qhapaq Ñan acampa en el lugar, para disfrutar de la hospitalidad de los pobladores. Fue una noche de fogata y música andina en una velada para el recuerdo.
San Lorenzo de Isko, nuestra última parada antes de llegar a Huanucopampa, nos recibe con
una colorida danza protagonizada por niños hábiles en el baile, que sincronizan el entrelazado de hilos hasta formar una redecilla multicolor.Al fin, ante nosotros, Huanucopampa. El destino final de nuestra aventura. La vista es maravillosa y para nosotros, el día más bello.
Huanucopampa, la capital del Chinchaysuyo fue el centro de administración más grande que los incas levantaron fuera del cusco, está ubicado en la provincia de Dos de Mayo de la unión en Huánuco, su construcción se inició con Pachacutec y continuó con Huaynacapac, la tecnología inca y el fino acabado de sus piedras realza la belleza de sus estructuras, los magníficos pórticos encajados simétricamente revelan la imponencia de la fortificación y de una cultura que pudo dominar un territorio tan accidentado como los andes, así concluye la nueva ruta del Qhapaq Ñan del Chinchaysuyo. Una experiencia realmente impresionante.
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